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Euribor

El Banco de España interviene la Caja de Castilla-La Mancha

30 marzo, 2009

En los medios de comunicación salían noticias referentes a posibles fusiones de entidades financieras en las que aparecía el nombre de la Caja Castilla-La Mancha. La fusión finalmente no ha sido posible y el Banco de España la ha intervenido.

       La severa crisis económica y financiera parece no tener fin y nos sorprende día a día con malos datos e índices económicos y ahora con el nuevo episodio de España respecto a la Caja de Castilla la Mancha, una entidad que cuenta con cerca de 600 sucursales y 3000 empleados. El Gobierno ha tenido que celebrar un consejo de Ministros con carácter extraordinario y aprobar un Decreto-Ley para sustituir el Consejo de Administración de la caja por tres administradores nombrados por el Banco de España. Este Decreto-Ley responde a la intervención del Banco de España de la entidad financiera en cuestión. Además el mismo decreto sirve para aprobar un aval por parte del Estado de hasta 9.000 euros (aunque se piensa que no es necesaria tanta cantidad) para dotar de liquidez a la Caja.

La Caja Castilla-La Mancha es la caja más joven, pues nació en 1992, al fusionarse varias entidades manchegas. Está presidida por Juan Pedro Hernández Moltó. Aunque hace dos años tenía beneficios cercanos a los 300 millones de euros, pero ahora su morosidad está alta y por encima de la media según señalan informes del Banco de España y tiene créditos por 3.000 millones que pueden considerarse irrecuperables.

 Después del Consejo de Ministros los dos vicepresidentes del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes han explicado la situación y han querido trasmitir tranquilidad asegurando que los ahorros y el dinero tanto de los acreedores como de los depositantes están garantizados.  El Ministro Solbes también ha señalado que la Caja de Castilla-La Mancha es solvente y que no tiene ningún agujero financiero, por ello seguramente también ha dicho que no estamos ante una capitalización sino de financiación. Además la caja va a seguir operando con normalidad. Se trata pues de inyectar liquidez, pero no capital público o nacionalizado. También ha argumentado el vicepresidente económico, sobre lo que representa esta caja respecto al sistema financiero español, que es solo el 1%, y que las medidas que se toman son de carácter más simbólico que económico. Además el mensaje de tranquilidad también se ha querido hacer ostensible a todo el sistema financiero español, al indicar que es un más de los más sólidos, aunque también ha matizado que si la mala situación económica continúa, nadie puede asegurar que esté inmune.

El Gobierno es evidentemente partidario de que los problemas de liquidez se solucionen en el ámbito privado, haciendo seguramente referencia a las fusiones que la Caja de Castilla-La Mancha ha intentado poner en marcha para salvar la situación. Concretamente se intentó la fusión con Ibercaja y posteriormente con Unicaja de Andalucía, pero ambos intentos han fracasado y finalmente se ha llegado a esta situación de intervención por parte del Banco de España que ha nombrado a tres administradores para que dirijan la entidad.

Esperemos que este sea uno de los últimos episodios de la  crisis económica que se sufre a escala mundial, pero la severidad, la excepcionalidad y la incertidumbre de la misma impide que sepamos cuando será su final, y lo que nos espera.