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Euribor

El Euribor, el diferencial y los productos vinculados en la hipoteca

17 noviembre, 2015

El Euríbor a 12 meses, que es el utilizado para el cálculo de las hipotecas sigue marcando mínimos históricos. Los tipos de interés se encuentran en el 0,05% desde septiembre de 2014, y mientras estén bajos también lo estará el Euríbor. Pero ¿qué ocurre con los diferenciales sobre el Euríbor? Pues afortunadamente han perdido también bastante altura.

Si pensamos firmar una hipoteca pronto debemos de acudir a varias entidades financieras, todas las que podamos, para comprobar que variables de la hipoteca nos resultan más atractivas. Una variable especial a la que debemos de prestar toda nuestra atención será el diferencial.

No es lo mismo, por ejemplo un diferencial del 1% sobre el Euríbor, que un diferencial del 1,5 o del 2% sobre el Euríbor. Pues aunque parezcan pequeña la diferencia supondrá mucho más dinero a pagar a lo largo de la vida del préstamo. Es decir, si tenemos en frente dos posibles hipotecas, y todas las condiciones son las mismas, salvo que una tiene un diferencial sobre el Euríbor del 1% y la otra es del 1,5%, será muchísimo más barata y por tanto mucho más atractiva la del diferencial más pequeño, porque supondrá un ahorro considerable en intereses.

Actualmente ya se ofrecen hipotecas con diferenciales por debajo del 1%, como son la hipoteca Naranja de ING Direct, que en concreto ofrece un diferencial sobre el Euríbor del 0,99% o la hipoteca Freedom del Banco Mediolanum, con un diferencial del 0,90%. Estos diferenciales ya se pueden considerar «buenos» teniendo en cuanta de donde venimos, adonde vamos,  por lo que hemos pasado y por lo que estamos pasando.

En los años de plena burbuja inmobiliaria, del boom de la construcción, de la expansión económica, o como queramos llamarle, es decir, antes de finales de 2007, cuando se produjeron los estallidos de la crisis financiera internacional, los diferenciales que ofrecían los bancos sobre el Euríbor eran muy bajos, había casos en los que eran más bajos incluso que el 0,40% y las razones de unos diferenciales tan bajos eran dos fundamentalmente:

Había una competencia terrorífica entre las entidades bancarias para conseguir el mayor número de clientes a los que hipotecar, y la publicidad con ofertas de diferenciales sobre el Euríbor extraordinariamente bajos, era muy grande.

El Euríbor se encontraba en valores altos, muy altos. Hay que recordar que el Euríbor a 12 meses cerró septiembre de 2008 en su máximo histórico, con una media mensual del 5,384%. Ahora se encuentra por debajo del 0,01%. Por ello, los bancos se podían permitir el lujo de ofrecer diferenciales muy bajos, porque los intereses que no iban a ganar con el diferencial, lo ganaban de un Euríbor muy alto.

Ahora el escenario económico es muy diferente. La situación económica de las familias, en general, todavía es muy precaria, aunque existen, eso si, expectativas de mejora y los bancos pueden abrir más la puerta a la buena demanda, es decir, a posibles clientes que puedan hipotecarse con buenas garantías.  Actualmente, existe algo de competencia entre los bancos por conseguir clientes a los que ofrecer su hipoteca. Los diferenciales están comenzando a ser por tanto más atractivos, al estar en algunos casos por debajo del 1%.

También contamos con la ventaja de que el Euríbor se encuentra en niveles mínimos y muy cercano a cero y teniendo en cuenta además que los pisos han bajado bastante los precios en comparación a los años del boom inmobiliario, se dan una serie de circunstancias que pueden llevar a un crecimiento en la demanda hipotecaria. Y ya se sabe, si hay buena demanda, la oferta tampoco falla. Pero mucho cuidado con el diferencial. Ahora el Euríbor esta bajo, y puede que una hipoteca nos parezca atractiva con un diferencial alto, pero si el Euríbor empieza a subir, con un diferencial alto, nos daremos muy pronto cuenta de que nuestra hipoteca no tenía nada de atractiva.

Además no solo hay que prestar atención al diferencial, ya que si el Euríbor esta bajo y el diferencial que ofrece la entidad también es bajo, el banco, no se va a conformar con estos parámetros e intentará ganar dinero de otra manera: por ejemplo mediante productos vinculados, como seguros de vida o de hogar, tarjetas de crédito con la obligación de realizar un determinado número de operaciones, etc… Así que, ¡cuidado con el diferencial de la hipoteca!, pero también, ¡cuidado con los productos vinculados!