George Bush ya ha ideado la receta mágica para que no llegue la tan temida recesión que podría llegar a tener una repercusión a nivel internacional y contagiar a gran cantidad de países.
Los índices de consumo están sufriendo frenadas importantes y el bajo consumo es fatal para el crecimiento económico. La crisis hipotecaria, la fuerte caída de la demanda de la vivienda y la energía en una seria escalada de precios, no hace más que bajar el consumo. Además, evidentemente, los empresarios pierden confianza.
Por todo ello el presidente norteamericano tiene como estrategia entregar cheques directos a los ciudadanos norteamericanos para que gasten dinero y reducir la carga fiscal a las empresas. Va a proceder a una importante inyección de dinero, entre 140.000 y 150.000 millones de dólares a los hogares de Estados Unidos para incentivar el consumo y servir de ayuda a familias que se encuentren con dificultades económicas. Estos cheques directo vienen en concepto de devolución de impuestos. Este dinero significa el 1% del Producto interior Bruto (PIB) de Norteamérica.
Este dinero podrán gastarlo los ciudadanos en aquello que más falta les haga, o donde crean necesario, ya que siempre hay muchos frentes abiertos en los hogares: facturas, necesidades básicas o por ejemplo para pagar la gasolina que se ha encarecido. El problema podrá ser si este dinero dado directamente a los contribuyentes, lo destinarán al ahorro. Tal como esta la economía y el temor de que empeore, es probable que esto suceda y entonces si esto ocurriese en un porcentaje elevado, la medida no tendría los efectos deseados.
Probablemente serán unos 800 dólares los que se entreguen a cada contribuyente o 1.600 a cada familia. Además existirán ventajas fiscales a las empresas que realicen inversiones.
La Reserva Federal Estadounidense (Fed) bajará seguramente los tipos de interés de nuevo el 30 de Enero. El consumo es necesario para el crecimiento económico y se ponen en marcha diversas estrategias para incentivarlo. Todo está pensado, pues para reactivar la economía, poner dinero en circulación de forma directa, a través de los cheques o indirecta bajando los tipos de interés para incentivar a los ciudadanos al consumo.
Las elecciones a la Casa Blanca están próximas y los candidatos no pueden obviar la preocupación reinante en Estados Unidos por la economía y la temida recesión. Los candidatos del bando demócrata, Hillary Clinton, Barck Obama, y John Edwards han formulado ya proyectos para fomentar el consumo y con ello reactivar la economía.