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Euribor

El peligro de acostumbrarse a un Euríbor bajo

16 noviembre, 2015

El Euríbor condiciona la vida de multitud de familias y ciudadanos que tienen que hacer frente mes a mes a la cuota que les dicta su hipoteca. Teniendo en cuenta que la mayoría de hipotecas que se han firmado y se firman en la actualidad, utilizan como índice de referencia el Euríbor, es lógico que exista preocupación por su evolución.

Afortunadamente, el Euríbor se encuentra ahora y desde hace varios años en valores extraordinariamente bajos, tan bajos que rozan el cero y todavía parece que no ha encontrado suelo, pues difícilmente encontramos un día que no se señale un nuevo mínimo histórico. Pero conviene recordar que no siempre fue así y que hace unos años, no demasiados, el famosos índice hipotecario se encontraba en máximos históricos.

El mes de septiembre de 2008, el Euríbor que se utiliza en el cálculo de las hipotecas, alcanzó su máximo histórico que fue del 5,384%. Quizás al leer esta cifra, alguna persona se eche las manos a la cabeza, teniendo en cuenta que el 5 de noviembre de 2015 señaló como valor diario el 0,098%, es decir rompió hacia bajo la barrera del 0.1%. En otras palabras, antes de ver una cifra con valor positivo del Euríbor debemos de recorrer dos ceros.

Habrá personas que no sepan o no recuerden al Euríbor en sus máximos históricos por encima del 5%, pero es un hecho que marcaba esos valores. Habrá ciudadanos hipotecados que no sepan que el Euríbor estaba tan alto, porque quizás han firmado una hipoteca hace no demasiado tiempo, cuando se encontraba en su tendencia bajista, o tal vez, y lo que es más grave, debe haber personas que tenían hipotecas ya cuando el Euríbor marcaba sus máximos históricos y pagaban mucho más por su hipoteca y ahora no recuerdan los valores altos del Euríbor y se han acostumbrado a una cuota mensual unos 300 o 400 euros más barata que la que pagaban en aquellos años.

Desgraciadamente, no todos los ciudadanos hipotecados han podido, ni pueden disfrutar de los valores bajos del Euríbor. Esto ocurre por dos razones principales:

Una de ellas es que su hipoteca no se encuentre referenciada al Euríbor, sino a otro índice que no haya experimentado una caída tan pronunciada, y por lo tanto pague más por su hipoteca que lo que pagaría si estuviera referenciada al Euríbor.

Otra razón que ha impedido a muchos hipotecados beneficiarse de un Euríbor tan bajo, es la cláusula suelo.  En sus contratos hipotecarios existe la famosa a la vez que repudiada cláusula suelo, la cual indica que a partir de un determinado valor bajo del Euríbor, ya no se aplique este valor, sino un valor-nivel señalado en la cláusula.

Pero los afortunados que no se encuentran en ninguna de estos dos infortunios y firmaron una hipoteca antes del 2008 y siguen estando hipotecados, han podido experimentar en todos los años siguientes rebajas importantes en las cuotas mensuales que pagaban por sus hipotecas, algunas de estas rebajas han sido espectaculares. Por esta razón, queremos señalar, que si bien debemos disfrutar de unas rebajas importantes en nuestras hipotecas, no debemos caer tampoco en la inconsciencia de no saber, que igual que el Euríbor se encuentra ahora en valores extraordinariamente bajos, y por ellos nuestras cuotas mensuales también son mucho más económicas, el Euríbor también puede volver a subir. No creemos que esta circunstancia vaya a ocurrir en el corto plazo y que si más adelante subiera, tampoco creemos que fuera a ser una subida vertiginosa, sino que seguramente será muy gradual.

El titular de este artículo, viene a poner en evidencia, de que existe un peligro en el hecho de tener una hipoteca y acostumbrarse a un Euríbor tan próximo a cero, porque la hipoteca a interés variable referenciada al Euríbor, viene acompañada de la condición de que si el Euríbor sube, en la siguiente revisión pagaremos más por nuestra hipoteca. Es decir, si nuestros ingresos actuales se encuentran muy ajustados y hemos aprovechado el dinero libre, que nos proporcionaba la circunstancia de que nuestra hipoteca se iba abaratando, a medida de que el Euríbor bajaba, para firmar más préstamos, puede darse la circunstancia de que no podamos hacerles frente a todas nuestras deudas, si el Euríbor empieza a subir y por consiguiente la cuota de nuestra hipoteca sigue el mismo camino. En otras palabras, si ahora pagamos menos por nuestra hipoteca y no llegamos a fin de mes porque tenemos más deudas, corremos el riesgo de que el Euríbor suba y el encarecimiento de nuestra hipoteca nos impida hacer frente al resto de préstamos. Pero, tampoco debemos caer en el alarmismo, ya que para que el Euríbor comience a subir, la situación económica europea deberá mejorar bastante y la inflación también deberá subir de forma significativa.

De momento no nos encontramos en este escenario económico y seguramente seguiremos bastantes meses sin encontrarnos así. Además si finalmente se supera la crisis económica y empieza haber alta inflación, no pensamos que el Banco Central Europeo (BCE) se atreva a subir los tipos de interés de forma vertiginosa, sino que lo haría, pensamos nosotros de forma muy gradual, no vaya a ser que se les vuelva a ir al traste la recuperación económica.

Estimamos que la mejor opción sería no obsesionarnos con la idea de que el Euríbor va a subir enloquecidamente, porque reiteramos que no es lo lógico, pero que tampoco nos convirtamos en unos despreocupados totales ya que la vida de los préstamos hipotecarios desgraciadamente suele ser muy larga.

 Si nos encontramos con la fortuna y el privilegio de que al llegar a fin de mes, nos sobra dinero y a lo largo de los meses podemos ahorrar una cantidad significativa, podemos considerar la idea de realizar una amortización parcial de la hipoteca. De este modo podemos reducir la cuota o mejor acortar la vida del préstamo.

Quizás si nos vamos quitando años de hipoteca mediante la fórmula de la amortización parcial de la hipoteca, nos evitemos llegar a los años en los que el Euríbor pueda encontrarse mucho más alto de lo que esta ahora y ahorrarnos una buena cantidad de intereses y de preocupaciones. Pero claro, para ello debemos de tener el panorama económico despejado y saber que ese dinero no lo vamos a necesitar imperiosamente en poco tiempo. Si por el contrario podemos entregar una parte de nuestros ahorros al banco en forma de amortización parcial de la hipoteca y nos decidimos a ello, habremos tomado una decisión genial.