Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), tiene que lidiar con dos problemas importantes, la desaceleración económica y la inflación. Para ambos problemas existe una posible solución. La dificultad es que la solución para cada problema es incompatible con la otra, ya que si bien para rebajar la inflación puede resultar beneficioso subir los tipos de interés, para frenar la desaceleración económica lo ideal es subirlos. Esta es la razón por la que desde Junio del 2007 se ha optado por la tercera vía, que no es otra que dejar las cosas como están, es decir, mantener los tipos de interés al 4%. Ni subirlos, ni bajarlos.
Resultan interesantes los comentarios del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señalando que como consecuencia de lo que pronostican los mercados, el BCE bajará el precio del dinero de aquí a 6 meses, en un cuarto de punto en primer lugar y otro cuarto de punto posteriormente, dejándolos en el 3,5%.
El objetivo de la rebaja de tipos sería reactivar la economía europea. Resulta muy acertado por su parte comentar este tema con cautela y respeto al Banco Central Europeo pues es muy importante preservar su autonomía e independencia y no realizar insinuaciones o peticiones que son muy mal miradas desde todos los ámbitos.
Si se cumplen las previsiones hechas por el Presidente del Gobierno de una rebaja de medio punto en los tipos de interés, los Índices de Referencia de los Préstamos Hipotecarios seguirían descendiendo. El Euribor ha bajado su valor en el mes de Enero, pero descenderá de forma más contundente si el BCE hace rebajas en el precio del dinero, pues la evolución del indicador está muy ligada al valor que alcanzan los tipos de interés.