La Comisión Europea deja el crecimiento económico para España al 2,7% para el 2008
La Comisión Europea ha rebajado tres décimas la previsión de crecimiento económico para España en el 2008, dejando el porcentaje en un 2,7%. Las razón principal es la ralentización del sector inmobiliario con claras repercusiones en el empleo y el consumo privado. La caída de la demanda de la vivienda, el endurecimiento en la concesión de préstamos por la crisis financiera y la caída de la confianza de los consumidores dirigen el crecimiento económico español hacia un «aterrizaje suave» según se anuncia desde Bruselas. Pero está desaceleración no impedirá que España sigue creciendo este año más que el resto de miembros de la Eurozona con una previsión del 1,8% y de la Unión Europea con un crecimiento del 2%.
Resulta interesante comprobar el crecimiento económico que prevé la Comisión Europea para España, un 2,7%,y compararlo con países de gran peso de la Unión Europea y que será menor, Francia (1,7%), Gran Bretaña (1,7%), Alemania (1,6%) e Italia (0,7%).
El crecimiento por tanto es importante para España, pero los precios también suben de forma más rápida, acumulando una subida en el año del 3,7% mientras que es del 2,6% de media para los integrantes de la Eurozona y del 2,9% para todos los miembros de la Unión Europea. Según Bruselas, el alza en los precios en la energía y los alimentos, son los causantes del proceso inflacionista actual.
La Comisión Europea también advierte que España esta expuesta al riesgo y a la complicación que pueda darse con respecto a los mercados financieros y a las posibilidades de obtención de crédito, por el gran boom inmobiliario de los últimos años, su déficit exterior, la abundancia de los créditos a interés variable.
El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, descarta secundar la rebaja de tres décimas que ha efectuado la Comisión Europea respecto a la previsión de crecimiento económico para España en el 2008, dejando el porcentaje en un 2,7%. Solbes ha señalado que no se va a revisar la última previsión del Gobierno hasta que no se apruebe el techo de gasto el verano que viene ya que los cálculos de su ministerio cuentan con margen para afrontar los riesgos que desafían a la economía.