A pesar de que la inflación se ha desbocado fruto del encarecimiento del petróleo y del excesivo aumento de las materias primas y la consiguiente subida de precios de alimentos básicos, el Banco Central Europeo (BCE) ha decido mantener los tipos de interés en el 4 %. Es muy lógico que quieran congelar el precio del dinero, ya que estamos viviendo una importante incertidumbre en el panorama económico y es mejor esperar condiciones más normalizadas. Hay muchos factores que están agitando la economía mundial y nadie puede predecir con claridad cuales van a ser sus consecuencias:
- La crisis hipotecaria estadounidense.
- La desaceleración de la vivienda.
- El fortalecimiento cada vez mayor del euro respecto del dólar.
- El encarecimiento del petróleo.
- El aumento excesivo de precio de las materias primas y el consiguiente encarecimiento de productos de alimentación básicos.
Teniendo en cuenta las primeras estimaciones, el IPC en el mes de Octubre, llegará al 2,6 % y este es un mal resultado porque el objetivo que se había propuesto conseguir es inferior en 6 décimas a este dato. El Banco Central Europeo va a vigilar estrechamente esta subida repentina de la inflación ya que llega a ser preocupante. Los factores inductores parecen ser claros; la subida del petróleo, que afortunadamente está siendo amortiguada por el fortalecimiento del euro respecto del dólar, y la subida de las materias primas que encarecen productos básicos como la leche o el pan. Parece ser que no habrá subidas de tipos de interés hasta final de año, pero este proceso inflacionista no puede dejar quietos a los máximos responsables del BCE y les seguramente les obligará a tomar medidas.
El Banco Central Europeo también hace mención de posibles problemas en el terreo de las exportaciones en la Eurozona, ya que el euro está demasiado fuerte y ello evidentemente desfavorece las exportaciones. Recordemos que el euro está cada vez mas cerca de cambiarse a 1,50 dólares.