El BCE rebaja sus previsiones del crecimiento para la Eurozona. El temor a un aumento de la inflación por subidas en el precio del petróleo y de los alimentos, lleva a la institución monetaria a dejar los tipos de interés en el 4,25%
El Banco Central Europeo (BCE) constituye la máxima autoridad monetaria de la Eurozona y es la que marca el precio del dinero en la misma. Es lo que se conoce como los tipos de interés. El objetivo fundamental de la institución monetaria europea es la de vigilar la estabilidad de precios que no es otra cosa que una tasa interanual de variación de los mismos cercana pero por debajo del 2%. El BCE también realiza sus propias previsiones acerca del crecimiento de la zona euro, y en esta ocasión, las ha rebajado de las anteriores respecto a este año y al que viene. Jean Claude Trichet ha anunciado que para este año la Eurozona crecerá en un franja que oscilará entre el 1,1 y el 1,7%.
Hay que recordar que su anterior predicción la situaba en la franja del 1,5% y el 2,1%. Los tipos de interés, se mantienen en el 4,25%. No se alteran por el temor que tiene el BCE a que la inflación aumente más por el precio del petróleo y de los alimentos.
Existe una total diferencia entre la política monetaria de la Reseva Federal, que ha dejado el precio del dinero en el 2%, después de siete bajadas consecutivas desde que se originó la crisis inmobiliaria estadounidense producto de las hipotecas subprime. Durante el mismo periodo de tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) no ha bajado nunca los tipos de interés y si que los ha subido, tomándose esta decisión el 3 de julio del 2008. Así pues el precio del dinero en la Eurozona (4,25%) es más del doble de caro que el de Estados Unidos (2%).
El Banco Central Europeo deja por segundo mes consecutivo, los tipos de interés en el 4,25%, y este es el valor más alto desde hace siete años. Jean Claude Trichet también ha reconocido que el BCE no tiene una predisposición en su política monetaria. Estas declaraciones pueden traducirse por las de que la institución monetaria no tiene previsto modificar los tipos de interés en el corto plazo.
Uno de los temores principales del BCE es el de que la inflación provoque efectos de segunda ronda, que significa, que la subida de precios, se traslade a los salarios. Este temor se justifica en que los efectos de segunda ronda pueden generar una espiral de inflación contra la que la institución ya no podría actuar para contrarrestarla de forma eficaz. Este temor conduce a la decisión de no bajar los tipos de interés y mantenerlos en el 4,25%. Trichet ha argumentado que el BCE se ha percatado de que se han efectuado efectos de segunda ronda, en los países de la Eurozona en los que se aplican subidas salariales en paralelo al alza de la inflación.
Habrá que esperar a la evolución de las diferentes variables económicas para comprobar cual será la actuación del BCE. El Euribor, principal indicador al que están referencias la mayoría de las hipotecas, no podrá descender de forma significativa si no se recortan los tipos de interés. De esta manera, la decisión del BCE de dejar invariables los tipos de interés, no supone ningún respiro para los hipotecados, ya que el Euribor tampoco descenderá. Esperemos que otra de las variables que inciden sobre el Euribor, la fluidez en el mercado del dinero, vuelva pronto a su normalidad, ya que esto supondría un recorte en la diferencia de más de un punto porcentual que existe entre los tipos de interés (4,25%) y el Euribor (5,32%).