Ante la preocupación existente de que la desaceleración económica se agrande en Europa, parece ser que los directivos del Banco Central Europeo están cada vez más convencidos de que será necesaria una rebaja de los tipos de interés. En las últimas intervenciones de su presidente, Jean-Claude Trichet, existía cierto tono de amenaza de una posible subida del dinero para conseguir la estabilidad de precios y controlar la inflación, pero parece ser que en lugar de revisarlos al alza, finalmente tengan que dejarlos por debajo de su valor actual, el 4%.
Los problemas parecen ponerse en una balanza, por una parte está la desafiante y siempre peligrosa inflación, y por otro lado la desaceleración económica y parece ser que esta última es una situación mucho más complicada y que requiere más apremio o más contundencia en las posibles medidas para tratar de esquivarla o controlarla. La inflación en la Eurozona se ha situado al final del 2007, en el 3,1%, pero por otra parte también está la desaceleración y por lo tanto hay que actuar con mucha cautela.
Los inversores ya han tomado nota de un posible descenso del precio del dinero en la Eurozona y esto ha hecho que en los últimos días la moneda oficial, el euro, este cotizando a la baja.
En relación con España, a Jean-Claude Trichet, le sorprende que se haya creado tanto empleo, pero también ha comentado que la productividad laboral es baja ya que muchos puestos de trabajo han sido absorbidos por inmigrantes poco cualificados.