
El Euribor se ha empeñado en disgustar a la banca porque no hace otra cosa que perder posiciones y abaratar mes a mes más las hipotecas. Aunque los descensos son cada vez menos significativos, los valores que actualmente presenta el Euribor son cada vez más negativos y por tanto se van comiendo parte del diferencial que las entidades bancarias añadían y añaden al valor del Euribor para el cálculo de la cantidad de dinero a pagar en las letras de las hipotecas. Por ejemplo, si una hipoteca se contrató en su día a Euribor más un diferencial del 1%, ahora el interés que se aplica a esa hipoteca es más bajo que el 1%, ya que el Euribor es inferior a 0 y por tanto negativo. Si la hipoteca del ejemplo se revisará a partir de los datos de junio de 2017, y teniendo en cuenta que en junio de 2017 el Euribor hipotecario ha terminado en el -0,149, el interés que se pagará por la hipoteca tras la revisión será de 0,851. Ya que si la hipoteca se concedió a Euribor +1%, a ese 1% se le debe restar ahora el valor del Euribor por que está en negativo, es decir, 1 – 0,149 = 0,851.
Pero esta situación no significa que las entidades bancarias estén pagando o vayan a pagar dinero a los clientes por sus hipotecas. No se está produciendo el «contradios» que el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, señaló que significaría la situación en la que la banca en vez de ganar dinero por conceder una hipoteca, tuviera que pagarle al cliente por ella. No se está produciendo porque aunque el Euribor se encuentre en negativo, los diferenciales que se suman al Euribor en la concesión de las hipotecas eran y son lo suficientemente altos como para compensar el actual valor negativo del Euribor, que aunque este en negativo, no es lo suficientemente bajo como para superar el valor del diferencial.
Además el Euribor ya tienen escaso recorrido por debajo para poder igualar su valor negativo a los diferenciales o superarlos y por otra parte cuando se concede una hipoteca en los primeros años el banco se ocupa muy bien de dar prioridad en el cobro a los intereses y de amortizar poco el capital prestado. Las hipotecas que se concedieron antes de febrero de 2016, contaban con un Euribor en positivo y conforme más desviemos nuestra vista en el tiempo pasado, veremos incluso valores del Euribor superiores al 5%. Recordemos que en julio de 2008 el Euribor se situó en el valor más alto de su historia: 5,393. Por lo que muchas personas que firmaron hipotecas en aquellos años estuvieron pagando altas cuotas bien cargadas de intereses a los bancos por ellas, y como comentamos en los primeros años el banco va cobrando mucha parte de los intereses y poco del capital concedido. El «contradios» tiene por tanto muy pocas posibilidades de que se produzca por no decir ninguna. Y decimos que el Euribor tiene poco recorrido para bajar, porque la circunstancia que más determina la evolución del Euribor, son los tipos de interés, ya que si estos están bajos, también lo está el Euribor. Actualmente, los tipos de interés están en el 0%, y el Banco Central Europeo (BCE) ha cerrado la puerta a más bajadas en los tipos, por ello decimos que le Euribor tiene poco margen para seguir bajando.