La Reserva Federal estadounidense (Fed) ha vuelto a tomar una nueva medida drástica contra la crisis y la temida recesión. Una bajada de tipos de 0,75 puntos porcentuales, pasando de 3% al 2,25% los tipos de interés. El recorte de tres cuartos de punto ya se realizó hace menos de dos meses, concretamente el 22 de enero de 2008, como remedio de urgencia para reactivar la economía, pero con esta nueva rebaja de 75 puntos básicos, se demuestra con toda evidencia que no fue suficiente.
Con este nuevo descenso de los tipos de interés, el presidente norteamericano George Bush, ya advierte que puede que todavía no sea suficiente y que puede haber nuevas bajadas del precio del dinero. Antes de estas dos recortes importantes de tres cuartos de punto tan próximos en el tiempo (alternados con otra rebaja de 0,50 el pasado 30 de Enero de 2008), ya hay que remontarse 23 años atrás, hasta Octubre de 1984 en que se rebajaron 0,75 los tipos. Ahora el precio del dinero situado en el 2,25%, tiene el nivel más bajo de los últimos tres años. Los mercados bursátiles ya lo han estado agradeciendo y las bolsas de Europa y de Estados Unidos cierran con números verdes y con avances significativos.
Parece ser que momentáneamente se recupera la confianza. Aunque un recorte de tres cuartos de punto es bastante importante, existían rumores de que podría ser mayor, llegando a un punto, pero parece ser que el temor de llamar a las puertas de la inflación con una excesiva rebaja consiguió que la rebaja fuera de 75 puntos básicos y así tener todavía margen para actuar ante una persistencia de la crisis.
Son ya muchos los problemas que acucian a la economía. La persistente y duradera retracción inmobiliaria, el bloqueo crediticio al estallar la burbuja hipotecaria y las turbulencias en la bolsa con importantes caídas alternadas con insuficientes y tímidas recuperaciones. Todo este panorama ha llevado a que la Fed ya haya aplicado con esta última, seis rebajas consecutivas al precio del dinero desde que en agosto del 2007 se encontraba al 5,25%.
Las seis rebajas consecutivas se han considerado muy necesarias para que se agilice el dinero, es decir, se facilite el préstamo y suponga una reactivación de la economía. Ahora con unos tipos de interés del 2,25% el dinero está muy barato, incluso por debajo de la inflación de Estados Unidos que se situó en febrero de 2008 en el 2,5%, lo que supone que solicitar préstamos debe resultar atractivo. También supone para los bancos aumentar su confianza frente a los posibles clientes que soliciten un préstamo, ya que con un interés más bajo, pueden entrever que será más fácil liquidar las letras y existir menos riesgo de morosidad. Así se intenta reducir las restricciones de los bancos con respecto al crédito que llevan a recrudecer la crisis inmobiliaria.