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Euribor

Los descensos del precio del petróleo conducen a rebajar la inflación

28 agosto, 2008

El petróleo ha sido el principal motor de la subida de la inflación de los últimos meses. Los descensos del precio del crudo desde mediados de Julio suponen un descenso en la tasa de inflación.

Las bajadas del petróleo comienzan ya a tener influencia en los indicadores económicos. El crudo con sus bruscas escaladas es capaz de alterar gravemente la economía mundial y provocar importantes procesos inflacionistas. El petróleo tiene mucho que ver en que la inflación cerrara Julio en España en el 5,3%, en la Eurozona en el 4% y en el conjunto de la Unión Europea en el 4,4%.

Afortunadamente desde que a mediados de Julio el petróleo alcanzará su record marcando más de 147 dólares el barril, se han ido produciendo una serie de descensos que han llevado a que el crudo se encuentre en estos días cotizando entre 115 y 119 dólares, lo que supone un descenso más que significativo.

Así pues, en el Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) adelantado español correspondiente al mes de Agosto, se registra un descenso de 4 décimas, pasando de una tasa interanual del 5,3% al 4,9%. Hay que tener presente que se trata de un índice adelantado y por tanto orientativo. El índice real lo publicará el Ínstituto Nacional de Estadística  (INE) el día 11 de Septiembre. También hay que decir que el índice adelantado y el real no suelen diferir. Los descensos en el precio del petróleo de las últimas semanas principalmente y las rebajas de verano llevan a una reducción de la inflación.

Si se confirma el IPCA adelantado de España del mes de agosto, se reducirá su tasa anual 4 décimas. Son unas décimas importantes, ya que la disminución de precios que el índice refleja supone un respiro para los consumidores que sienten un ahogo importante en sus económicas. Desde hace un año los consumidores no han recibido más que malas noticias, en cuanto, aumento de precios de los alimentos básicos, de los carburantes y de subidas del  Euribor, que han llevado a un encarecimiento de sus hipotecas de forma importante.

La alta inflación supone perdida de poder adquisitivo en los consumidores. Si los productos suben de precio a un ritmo mayor de lo que lo hacen los salarios, se dispone de menos dinero para consumir, es decir, menos consumo y este es un camino directo a la desaceleración económica.

Si el petróleo no vuelve a protagonizar escaladas y continua en su senda descendente, para llegar a precios más razonables y que estos descensos se traduzcan lo más fielmente posible a los consumidores, la inflación bajará todavía más.

Es necesario que la inflación baje para que el Banco Central Europeo (BCE) no vea amenazas en el cumplimiento de su principal misión: la estabilidad de precios, que significa una variación de de estos en cuanto a tasa interanual, cercana pero por debajo del 2%. Si el BCE entiende que la amenaza de la inflación remite, no tendrá porque volver a subir los tipos de interés, máxime teniendo en cuanta la actual situación de enfriamiento económico que viven las máximas potencias europeas como son Alemania, Francia e Italia.

Esperemos que el petróleo continúe en su tendencia a la baja, o cuanto menos no vuelva a subir y a protagonizar escaladas, y que este abaratamiento en el barril de petróleo se traslade lo más pronto posible y de forma fiel a los consumidores. Esta puede ser una clave importante que lleve a un principio de reactivación económica que tanto se desea.